Unos 2.000 agricultores y unos 150 tractores salieron este jueves a las calles de Ciudad Real para protestar por el aumento de los costes de producción y pedir ayuda por la escasez de agua, con consignas como no hay campo, no hay vida ni declive en el mundo rural.
Participaron agricultores y ganaderos de las provincias de Cuenca, Albacete y Toledo, así como organizaciones y cooperativas de Castilla-La Mancha como Asaja, UPA o Cuag.
La marcha comenzó en la sede de la Confederación Hidrográfica del Guadiana, donde los agricultores han llevado una cisterna para echar agua y algunos de ellos han aprovechado para lanzar huevos contra la fachada del edificio.
Y ha terminado frente a la sede de la Subdelegación del Gobierno en Ciudad Real, donde se ha leído un manifiesto con la tabla de diez reivindicaciones para el campo.
Teófilo Palacios, Agricultor de Valenzuela de Calatrava, ha lamentado junto a su tractor que «todos los precios están por las nubes» y que con sus productos «no llega para cubrir los costes».
«El Gobierno tendrá que ser más comprensivo del comportamiento que ha tenido el campo en esta pandemia, no ha faltado nada en los supermercados y ahora el campo pide ayuda y reciprocidad», ha afirmado Pedro Barato, presidente de Asaja, para quien, con estos costes de producción, «es inviable que se puedan mantener muchas explotaciones sobre todo de las medianas y pequeñas», por lo que «el campo está diciendo basta en toda España».
Asimismo, «no podemos estar pagando cánones de agua sin regar y tampoco energía sin utilizarla». Por ello, ha exigido soluciones para que la tubería de la llanura manchega «ponga agua al Campo de Calatrava y a las Tablas de Daimiel» para que les dejen «regar dignamente».
Julián Morcillo, secretario regional de UPA, ha asegurado que los suministros se han multiplicado por tres y el gasoil que utilizan ha subido un 40 por ciento, pidiendo una ley de la cadena efectiva «para que los agricultores y ganaderos puedan cubrir los costes de producción».
Mientras, Victoriano Alhambra, vicepresidente provincial de Coag, considera que la ganadería está mucho peor que la agricultura y ha puesto como ejemplo que el cordero manchego o la uva se están vendiendo al mismo precio que hace 30 años. Sin embargo, «los productos que necesitamos para producir se han incrementado en un 300 por ciento». «Los gobernantes deben tomar nota, estamos igual que hace 40 años en cuanto al acceso a parcelas e instalaciones ganaderas y la maquinaria de ahora no es la misma que la de hace cuatro décadas», ha añadido.